martes, 15 de abril de 2008

Diseño holandés, o como cogerlo por los cuernos

Abril del 2008 en Madrid es el “Mes del Diseño Holandés”. Diferentes espacios de la capital nos van dejando propuestas diferentes: exposiciones, conferencias, mesas redondas, talleres... Una larga lista de entes y salas, todos capitaneados por el di_mad, han decidido sacar adelante una propuesta de lo más interesante. Pero hay algo que funciona como eje vertebrador y en esta ocasión es la exposición “Binnen/Buiten: En la calle como en casa” que encontramos en La Central del Diseño (en el Matadero de Madrid) del 27 de marzo al 25 de mayo. La paradoja en esta exposición reside en que una comisaria española, Delfina Morán Arnaldo, se ha atrevido a reunir mas de cien de objetos que explican el día a día de una sociedad tan diferente a la española. La esencia de la exposición sólo se le podía pedir a ella misma: “La razón de articular la exposición en torno al diseño destinado a los espacios público y privado viene dada por la cultura cívica de los holandeses, en virtud de la cual el espacio público se concibe como un ámbito patrimonial común, como una prolongación del espacio privado”.

Esa prolongación de lo privado a lo cívico, y de lo cívico al privado, lo vemos reflejado en mobiliario urbano como “Playground Face” o “Lace Fence”. Lo primero ofrece un nuevo enfoque a las verjas en las ciudades, convirtiéndolas en espacios de relax, en bancos. Lo segundo, del jovencísimo Joep Verhoeven, continúa las preguntas sobre la típica frialdad de las vallas, preguntando por qué estas no pueden ser ornamentales o “plantadas”. 

Recorriendo la exposición, zigzagueante en un armónico caos, descubrimos a holandeses con interés por recuperar lo orgánico, la obsesión por el dinamismo, por crear espacios más personales y sociales. Así nace “Nest”, proyectado por Tjep, que busca poder descansar como pájaros en su propio nido y “ampliarlo si la familia crece”. O el “Tree Trunk Bench”, que nos planta en un banco de lo más primitivo, con su contexto más actual. Y esta misma forma nos lleva al vínculo de tecnología y ecología que nos propone el “Wooden USB” de Oooms. 

Y podemos seguir hablando de esos Países Bajos sostenibles gracias al protagonismo de la bicicleta, con sus parkings representados en el “Bikedispenser” o con una nueva manera de pedalear de la mano de Wouter Scheublin, que nos ofrece un sistema de ensamblaje para diseñar una propia.

Pero la selección de las nuevas ideas holandesas es tan larga, y tan buena, que, de estar en el ruedo, cortaríamos las orejas al toro del logotipo. El di_mad ha sabido llevar las riendas en un mes donde todos han tenido su espacio y voz: diseñadores con trote, salas de exposiciones y alumnos de las escuelas de arte holandesas y madrileñas han convivido con una ejemplar conducta. No sólo han podido mostrarse al mundo, si no que han vuelto a empujar a La Central del Diseño hacia el lugar que buscaba ocupar. ¡Felicidades!