jueves, 22 de noviembre de 2007

Cinco premios Delta totalmente al desnudo.

El 21 de noviembre, a eso de las 7 de la tarde y con una escasa audiencia inicial que acabaría por hacer lleno, tuvo lugar una conferencia piloto en el Auditori FAD. Moderada por Gonzalo Milá y Uli Marchsteiner, no pretendía otra cosa que acercarnos de forma exhaustiva al proceso de proyección de cinco de los premios DELTA

Once ponientes se extendieron explicando los cinco productos a enseñarnos. Estos son Jaume Ramirez y Fernando Muruzabal con su Bandeja Delica, Joan Gaspar y Javier Marset enredándose con el Neon de Luz, Enric Pericas y Javier Diez con su poético Banco Godot, la Papelera Bina nos la presentaron Josep Maria Serra y Martina Zink casi reconociendo parte de fracaso y ya la sorprendente Silla Binaria que contaba con un tridente: Christine Rook, Otto Canalda i Jordi Badia. Y es esta última la que, a mi juicio, dejaba ver de mejor manera el proceso proyectual. 

Lo curioso de la ponencia sobre la Silla Binaria es el hecho de que se reuniesen su “creador” el científico Jordi Badía, que nos explicaría apasionadamente como la idea procedía de su propio dolor de espalda; Otto Canalda, encargado de pulir el diseño del prototipo que le cedió Jordi y Christine Rook, que casi nos intentó convencer de comprar la silla que su empresa, OKEN, tiene a la venta por unos 200 euros (y que en Ebay no es difícil que supere los casi justificados 300).

A lo largo de sus explicaciones sufriremos, especialmente con Jordi, los problemas y estadísticas argumentativas que iban surgiendo a lo largo de los 2 años de trabajo. De hecho, uno de los problemas en los primeros prototipos, acabará convirtiéndose en un una de sus ventajas. Se trataba del bulto anterior de la silla, que sofocaba los genitales a hombres y mujeres. Es por eso que se encuentra la solución en la curiosa obertura que tanto caracteriza su forma. 

Definido el prototipo, Jordi va a ponerse en contacto con un discreto Otto Canalda que le otorga los toques especiales que no lo dejan en algo meramente ortopédico. Otto va a indagar y dar vueltas al tema hasta que busca una solución agradable a la vista, al tacto, y a nuestra columna. ¿Sus adjetivos? Sensual, dinámica, provocadora, transgresora, cómoda… Canalda hará, además, de puente entre Jordi y OKEN.

OKEN dice preocuparse por vender productos que hagan reflexionar sobre su uso. La silla Binaria, una extensión del propio cuerpo según ellos, conseguirán el sexto premio en su trayectoria… y no es para menos después de todo lo que han movido para presentarnos a binaria, desde una gráfica específica hasta un estreno en un local “de diseño”, cotidiano y artístico, como la misma silla.

Sin lugar a dudas, OKEN ha puesto en su silla el empeño que le ha faltado al FAD en esta ocasión para promocionar un evento que ellos mismos clasificaron como moderado fracaso pero, por suerte, pretenden repetir. Si es que con este tipo de conferencia uno puede incluso averiguar por qué la silla tiene cinco ruedas…